La periodista argumentó que los sanandresanos prefieren adherirse a EE.UU. ante el abandono del gobierno colombiano.
En la mesa de trabajo de La FM, la comunicadora Darcy Quinn desató una controversia al sugerir que Colombia podría vender San Andrés, Providencia y Santa Catalina a Estados Unidos, en el marco de una discusión sobre la propuesta de Donald Trump de comprar Groenlandia.
“Se la vendemos, depende de cuánto ofrezca. Los sanandresanos son los primeros en decir ‘por favor, véndanos, queremos ser como Puerto Rico’. Necesitan un país que les pare bolas. Aquí nadie les para bolas”, afirmó Quinn.
Esta declaración generó reacciones inmediatas entre sus colegas Juan Lozano y Juan Carlos Iragorri, quienes rechazaron la posibilidad de perder soberanía sobre el archipiélago.
Abandono gubernamental y crisis en la reconstrucción tras el huracán Iota
Uno de los argumentos de Darcy Quinn para su afirmación es la falta de atención del gobierno colombiano hacia San Andrés y Providencia, evidenciada en la crisis de reconstrucción tras el paso del huracán Iota en 2020.
A casi cuatro años del desastre, las comunidades locales denuncian incumplimientos en la reconstrucción de viviendas y servicios básicos. Un informe reciente de la Contraloría General de la República reveló irregularidades en la ejecución de proyectos, sobrecostos y deficiencias estructurales en las viviendas entregadas.
La situación se ha agravado con la falta de asignación presupuestaria. Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), alertó que los recursos actuales de 650.000 millones de pesos podrían agotarse en pocos meses, y solicitó una ampliación de 500.000 millones de pesos para evaluar las viviendas afectadas y acelerar la intervención.
Falta de soluciones concretas
Pese a las promesas del gobierno, los sanandresanos siguen esperando soluciones tangibles. En agosto de 2023, la Alcaldía de Providencia y Santa Catalina destinó 35.000 millones de pesos para la remoción de escombros, pero los avances han sido lentos.
La incertidumbre sobre el futuro de la isla y la falta de respuestas concretas por parte del gobierno refuerzan el malestar de la población, que sigue viendo en la desatención oficial una razón de peso para cuestionar su permanencia bajo la administración colombiana.
Mientras tanto, la discusión generada por la periodista Darcy Quinn sigue levantando polémica y reabre el debate sobre la autonomía, la soberanía y la responsabilidad del Estado con los territorios insulares.



