Cifras que no son cuento de cangrejo
Oye mi gente, la Defensoría del Pueblo no llegó con sombrilla y bronceador, sino con papeles en mano y cuentas claras. Este 20 de mayo, se tiraron la rendición de cuentas 2024 aquí en la isla, y la cosa estuvo más nutrida que rondón en fiesta patronal. La cita fue pa’ contarle al pueblo qué se ha hecho, qué falta y cómo va la vuelta con los derechos humanos en este paraíso que a veces también tiene sus nubarrones.
Durante el 2024, la entidad atendió 738 casos entre asesorías, quejas y solicitudes. Además, se fueron pa’ los barrios con más problema: El Cocal, Swap Ground, Loma, San Luis, Tom Hooker, y hasta Providencia y Santa Catalina, donde montaron 10 jornadas descentralizadas. ¡No se quedaron encerrados en oficina con aire!
Salud, género y justicia sin disfraz
De las 616 actuaciones judiciales, 539 fueron tutelas (sí, tutelas, porque si no se mete uno, no lo atienden ni pa’ un acetaminofén). Y ojo: la salud fue el derecho más reclamado, como si aquí enfermarse no fuera ya suficiente castigo.
En cuanto a violencia basada en género, atendieron 86 casos, donde la violencia intrafamiliar se llevó el triste protagonismo. Hicieron 48 actividades con casi 1.100 personas, incluyendo a la comunidad LGBTIQ+, que no se queda por fuera cuando de derechos se trata.
También se metieron a la Cárcel Nueva Esperanza 12 veces (y no por visita conyugal), donde atendieron 127 internos y dieron 1.607 atenciones jurídicas. ¡Eso sí es estar en la jugada!
Migrantes, víctimas y raíces que no se olvidan
Y como si fuera poco, atendieron a 178 migrantes, 84 desplazados y 49 pescadores repatriados. Hasta refugios les restauraron a 250 pescadores que estaban más varados que barco sin motor.
También acompañaron elecciones raizales, consultas previas y metieron la mano en el tema étnico con seriedad. Ejercieron como Secretaría Técnica de la Mesa de Víctimas, participaron en ferias, comités y hasta ayudaron con 70 solicitudes ante la OCCRE.
En resumen, mi llave: la Defensoría sí ha metido el hombro. Falta mucho, pero al menos ya sabemos que no vinieron solo a tomarse la foto.