Cuatro especies, mil peligros
Cada 16 de junio celebramos el Día Mundial de las Tortugas Marinas, pero aquí es más que una foto linda: es el momento para recordar que estos cosecheros del mar andan con el agua al cuello. En el Archipiélago llegan cuatro de las siete especies del mundo: la verde, la carey, la laud y la cabezona. Todas en alerta roja por la IUCN.
¿Por qué tanto problema? Básicamente porque somos desechables… al mar. Estas tortugas comen medusas, controlan pastos marinos y limpiamiedos en los arrecifes; sin ellas el mar se nos va de las manos. Y ojo: las amenazas no vienen de la tormenta, sino del plástico que confunden con merienda, redes de pesca que las atrapan y el vecino que construye en la playa.
Raíces raizales, acciones reales
Aquí no se quedan de brazos cruzados, ¿qué va? Coralina y la Armada llevan años protegiendo nidos y tortuguitas que llegan a nuestras costas. La bióloga Andrea Pacheco del Subdirección de Mares explicó que están activas en Monitoreo, rescate y marcaje de nidos desde cayos remotos .
Y ojo vigorosamente: hallaron tortugas cabezonas que sufrían por mordidas de tiburón o enredadas en redes, para luego seguirlas con microchips y devolverlas al agua sanas y salvas . Este no es cuento ni postureo; es ciencia con corazón isleño.
Si no es ahora, ¿cuándo?
Las tortugas viven siglos, pero son frágiles. Necesitan playas tranquilas, sin luces, sin gente pisando los nidos y lejos del plástico asesino. Este Día Mundial de las Tortugas Marinas no solo es celebratorio: es un notón de alerta. Como dice la ONU, estas criaturas son “bioindicadores”, lo cual suena fino, pero quiere decir que si desaparecen, nuestro mar se va con ellas.
Así que no se haga el loco, mi llave: no deje residuos en la playa, respete las etapas de anidación y reporte cualquier tortuguita en apuros. Las tortugas de Seaflower, nuestras reinas marinas, cuentan contigo… o se van en silencio, junto con un pedazo de nuestra historia isleña.
