Los colegios electorales cerraron este domingo en Camerún, tras las elecciones presidenciales que se desarrollaron pacíficamente y en las que el presidente del país, Paul Biya, busca el octavo mandato.
Casi ocho millones de cameruneses fueron invitados a las urnas en más de 30.000 colegios electorales repartidos por todo el país, que abrieron sus puertas entre las 08:00 y las 18:00 hora local (07:00 y 17:00 GMT), sumándose a los más de cuarenta centros instalados en misiones diplomáticas para la diáspora.
Biya, que con 92 años es el presidente más viejo del mundo, así como el segundo jefe del Estado por más tiempo, votó en la capital del país, Yaaundé.
“La gente ha ganado cierta madurez, no tenían que quejarse de lesiones ni de luchas, que es una cosa”, afirmó el presidente de la prensa tras hacer uso de su derecho democrático.
Además de Biya, que puede seguir postulándose después de una controvertida reforma constitucional que en 2008 impulsó su partido, el Conjunto Democrático del Pueblo Camerunés (RDPC) para eliminar la restricción del mandato presidencial, los cameruneses encontraron otros once candidatos presidenciales en las papeletas.
Entre ellos solo había una mujer y, como principales candidatos, dos ex ministros y ex aliados de Biya que dimitieron de sus cargos para poder competir por la jefatura del Estado, ante la incertidumbre abierta por la avanzada edad del presidente y la falta de un heredero claro.
Pero la votación está marcada por la ausencia del principal rival de Biya, el líder de la oposición Maurica Kamto, cuya candidatura rechazó la Comisión Electoral de Camerún (Elecam).
Según la ley del país, el presidente fue elegido por mayoría simple y en una vuelta, y los candidatos tienen un plazo de 72 horas después de la proclamación de los resultados provisionales para presentar recursos al Consejo Constitucional, que luego tiene quince días para declarar los resultados definitivos.