Ciudad de Guatemala, 17 de julio (Éfeso) .- La famosa organización humanitaria Cristosal anunció el jueves en la ciudad de Guatemala para cerrar su negocio en El Salvador ante la “escalada represiva” contra los activistas de los derechos humanos, que incluyó varios arrestos.
“Dada la creciente represión y el cierre de los espacios democráticos en El Salvador, Chrysal se ve obligado a suspender su negocio en El Salvador y actuar desde su asiento en Honduras y Guatemala. Esta decisión responde al estado insostenible de acoso estatal, amenazas directas a nuestro personal y criminalización de los veteranos de los veteranos, dijo el director ejecutivo de la organización noh Bullock.
Bullock dijo que “nuestro papel de organización no es armonizarnos con gobiernos o ideologías, sino influir en los derechos humanos y las víctimas en el centro de toda la gestión pública”.
El director Chrysala indicó que la organización enfrentó “una campaña sistemática de acoso administrativo legal, espionaje y supervisión en nuestras actividades y hogares, campañas contra nuestra organización”.
Explicó que Chrysal no renunció al permiso de trabajo para trabajar en El Salvador y presentó su “registro ante el registro de agentes extranjeros en El Salvador”.
En una declaración publicada hoy, la organización indicó que “el régimen de los hermanos Bukela desmanteló los principios básicos de la democracia” y lamentó “bajo el estado de excepción permanente es el control casi absoluto de todas las instituciones, El Salvador dejó de ser un estado de derecho”.
Negó que en El Salvador “expresar opiniones o exigir derechos básicos pueda costar prisión hoy,” por lo que “la libertad de expresión, la protesta pacífica y la participación ciudadana han sido castigados y limitados por el poder”.
La organización no gubernamental cree que la detención de la abogada Ruth López, la principal corrupción de dicha organización, “no es un caso aislado, pero (que es parte de la estrategia ejemplar para la intimidación”.
López se mantuvo desde el pasado 18 de mayo, el 18 de mayo, bajo una acusación de enriquecimiento ilegal y su caso fue colocado en secreto en secreto.
“Cristosal enfrentó acoso legal y administrativo, espionaje, supervisión de sus actividades y hogares, así como una campaña de difamación. Aunque este contexto desfavorable no es nuevo, es la primera vez que no hay garantía de defensa en El Salvador”, advirtió.
“Nos reorganizamos para cuidar nuestras voces y garantizar la defensa de los derechos humanos, (que) permanece vivo, libre y al servicio de las víctimas”, agregó.
Chrystosal, quien amplió su trabajo en Guatemala y Honduras, proporcionó a las víctimas de la violencia de las pandillas y el abuso estatal, fue uno de los más críticos de la autoridad ejecutiva de Nayib Bukela y parte de las ONG que han recolectado más de 6.400 quejas de derechos humanos en los últimos años.