La Habana, 25 oct (EFE).- La crisis energética en Cuba provocará este sábado apagones generalizados en todo el país, cortes que dejarán simultáneamente al 56 % de la isla sin electricidad en el pico de demanda, uno de los índices más altos registrados, informó la estatal Unión Eléctrica (UNE).
La situación, que ha empeorado desde agosto de 2024, está provocando cortes de energía de 20 horas o más por día en amplias zonas del país. Ha habido cinco apagones nacionales en los últimos doce meses, el más reciente en septiembre pasado.
La UNE, dependiente del Ministerio de Energía y Minería, estima que en el momento de mayor demanda actual, la capacidad máxima de generación eléctrica será de 1.544 megavatios (MW) para una demanda de 3.350 MW.
Esto representa un déficit (la diferencia entre oferta y demanda) de 1.806 MW. El impacto estimado (lo que antes se apagaba para evitar apagones no programados) sería superior a los 1.876 MW.
Actualmente, siete de las 16 unidades generadoras termoeléctricas disponibles (44%) se encuentran fuera de operación por averías o mantenimiento. Estas plantas son responsables de aproximadamente el 40% del mix energético.
Además, 68 plantas de producción distribuida (motores) no funcionan por falta de combustible (diesel y fuel oil), y veinte de ellas no funcionan por falta de lubricantes. Estos equipos deberían suministrar otro 40% del mix energético.
Averías y falta de moneda
Las centrales térmicas de Cuba, la columna vertebral de la producción energética del país, están en su mayoría obsoletas, después de décadas de explotación y déficits crónicos en inversión y mantenimiento.
Por otro lado, muchos motores de generación de energía no están en uso por falta de divisas en el país para importar combustible, lubricantes o repuestos.
El programa solar del gobierno, que este año puso en marcha 32 parques fotovoltaicos en todo el país, alivia el déficit eléctrico durante el día, pero no durante la noche, porque no hay batería para almacenar energía.
Expertos independientes señalan que la crisis energética es una respuesta a la crónica falta de financiación de este sector, completamente en manos del Estado cubano desde la victoria de la revolución en 1959.
Por su parte, el gobierno cubano destaca el impacto de las sanciones estadounidenses a esta industria y la acusa de “sofocar energía”.
Diversos cálculos independientes coinciden en que el gobierno cubano necesitaría entre 8.000 y 10.000 millones de dólares para reactivar el sistema eléctrico, cantidad con la que La Habana no cuenta.
Los persistentes cortes de energía están paralizando la economía nacional, que se contrajo un 1,1% en 2024 y se sumó a una caída acumulada del 11% en los últimos cinco años, según datos oficiales. La CEPAL también espera que su producto interno bruto (PIB) sea negativo este año.
Los recortes también están alimentando el descontento social en Cuba y están vinculados a las grandes protestas registradas en los últimos años, como las masivas de julio de 2021 y otras más pequeñas de los últimos meses en La Habana y Gibara. EFE


