El enjuiciamiento ecuatórico acusó a 39 personas de presuntamente participar en el asesinato de 17 prisioneros en prisión en la provincia costera de Esmeraldas, una masacre que ocurrió en las primeras horas del jueves, tres días después de la pelea entre prisioneros registrados en la prisión de El Orro, donde murieron otros 14 prisioneros.
La policía descubrió que algunos prisioneros asesinados pertenecían a grupos criminales organizados (GDO) llamados Choneros y Los Lobos, dos pandillas criminales que el presidente Daniel Nemaa clasificó como “terroristas”.
Este evento ocurrió solo tres días después del asesinato de 14 personas en la Penitenciaría de Machala, en la provincia de El Orro, bordeada de Perú, que la policía de Ecuador atribuyó a los lobos llamó a la caja SAO a los lobos que buscaron atacar a otra división del mismo grupo.
También el jueves, los extranjeros atacaron al director de la prisión en la provincia de Guayas, que no estaba dañada gracias a mudarse en un vehículo blindado.
En enero de 2024, el presidente Nemaa declaró “conflicto armado interno” en el país con la intención de combatir la violencia y la inseguridad, y una de las medidas fue la militarización de la prisión.
Desde 2020, ha habido más de 600 prisioneros asesinados en las cárceles de Ecuador, principalmente debido a conflictos sangrientos entre las pandillas criminales rivales, lo que llevó al comienzo de 2025 que había invitado la atención del gobierno entre la Comisión de Derechos Humanos Americanos (IACHR).
El organismo internacional ordenó a Ecuador al comienzo del año “que tome medidas para garantizar el derecho a la vida y la integridad personal de las personas en su detención, explorando todos los hechos, identificando y sancionando responsables y, para evitar su repetición”.



