El defensor del pueblo asiste deportado
En una entrevista con Ephesus el martes, el oficial explicó que en lo que va del año, Colombia recibió 29 vuelos para la deportación de los Estados Unidos, con aproximadamente 3000 colombianos a bordo, y la oficina del defensor del pueblo ha documentado el tratamiento inapropiado que muchos reciben durante el proceso de expulsión.
“No hay una verificación de antecedentes estrictas. Muchas personas expulsan su estado de inmigración irregular, no porque tengan una queja penal. Aun así, a menudo son tratados como delincuentes sin ser”, condenó.
Marín también informó casos de violencia sexual y de género, separación familiar, malas condiciones en los centros de detención, así como la pérdida de cosas, el dinero y las drogas esenciales por deportado.
“El migrante me mostró una manta de aluminio con nombre que usé como manta y tira de cereal como la única comida diaria. (…) Otros ofrecen ansiolíticos como Trazodone sin supervisión médica”, dijo.
Del mismo modo, el defensor advirtió que, desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, Colombia enfrenta “migración inversa”, con más de mil personas este año cruzan la frontera de Panamá a través de la peligrosa jungla Darién, muchas en las condiciones de gran vulnerabilidad.
“Esto implica muchos riesgos. Es un área bajo el control de grupos armados en Colombia, lo que también los expone a los peligros del conflicto armado”, advirtió.
Se mejora el conflicto armado
Marín atribuyó al reestablecimiento del conflicto en Colombia, el hecho de que grupos armados como los disidentes FARC, el clan Bay y el Ejército Nacional de Liberación (ELN) están asociados con economías ilegales, incluida el comercio de drogas, la minería ilegal y el comercio de personas.
También enfatizó el fracaso del cese del fuego bilateral entre el estado y los grupos armados, lo que, por su juicio, facilitó la expansión territorial de estas organizaciones.
Dentro de la “paz general” del plan del presidente Gustav Peter, el gobierno trató de negociar con varios de estos actores armados y hubo un entendimiento inicial con ELN, pero el procedimiento falló y el grupo aumentó sus ataques.
“La impresión que tenemos es que Eln nunca ha sido cometido. El gobierno lo hizo, pero Eln nunca lo ha hecho”, se quejó Marín.
Prueba contra Uriba Turbaya
El abogado defensor describió como “una advertencia seria y muy fuerte” un ataque reciente contra el senador y candidato presidencial Miguel Uribe Turbaya, señalando que no hubo un hecho similar en los últimos 30 años.
Sin embargo, dijo que no creía que el país hubiera vuelto a la violencia política en la década de 1990.
Hizo hincapié en que el gobierno de Gustav Petro dio una “respuesta adecuada” a la situación y apreciaba el compromiso de los partidos políticos para que la elección presidencial de 2026 se desarrollara en el clima de libertad y paz.
“La democracia en Colombia tiene que encargarse de eso todos los días. No podemos suponer que las elecciones estarán tranquilas. Tenemos que trabajar un minuto en un minuto para garantizar eso”, advirtió.
Iris Marín, la primera mujer en dirigir la oficina del Defensor del Pueblo, enfatizó que su gerencia se centró en diez prioridades críticas, incluida la protección de los líderes sociales, los derechos de las mujeres, los niños y los adolescentes, las víctimas del conflicto y el derecho a un entorno saludable.
“Si logramos un efecto conjunto en estas preguntas, la situación con los derechos humanos en Colombia puede mejorarse significativamente”, concluyó. Efusión



