El Congreso peruano rechazó a primera hora de este viernes a la presidenta Dina Boluarte, en un juicio político marítimo, que fue aprobado a pesar de la crisis de inseguridad en la que se encuentra asfixiada la tierra.
El presidente, de 63 años, fue destituido del cargo que ocupa desde diciembre de 2022. Con una votación de 118 congresistas.
Desde 2016, Perú ha tenido siete presidentes: dos destituyeron al congreso; La misma suerte corrieron los dos que dimitieron antes, el que acabó su mandato interino y ahora Boluarte.
En ausencia de vicepresidentes, se espera que el presidente del Parlamento, José Jerí, asuma temporalmente la presidencia. Perú tiene elecciones generales programadas para abril de 2026.
Después de la votación, un centenar de personas irrumpieron frente a la sede del Congreso con la bandera peruana, según un periodista de la AFP. “Dina cae. Afuera con un pacto mafioso”, decía uno de los carteles que sostenía uno de los manifestantes.
La mayoría parlamentaria aprobó el jueves cuatro mociones independientes contra Boluarte, en referencia a su “incapacidad moral permanente” para liderar el poder ejecutivo.
“La tierra fue acosada por el gabinete y el presidente. Las extorsiones y los delitos han aumentado, pero ella sigue viviendo en la fantasía. “Ella merece ser castigada”, afirmó la congresista Norma Yarrow, del partido popular de derecha que quiere renovarse.
Boluarte se negó a presentarse ante el congreso que la invitó la noche del jueves a defenderse en el juicio.
Su abogado Juan Carlos Portugal alegó la falta de garantías “procesales” por el poco tiempo para preparar la defensa.
– Sin apoyo y bajo el escándalo –
Sin su propia bancada ni apoyo popular, Boluarte no tenía dónde permanecer en el poder.
Durante su administración, logró forjar un paquete burocrático con las fuerzas conservadoras a cambio de que no votaran hasta el momento ante ninguna solicitud de plaza libre.
Lo que a su vez le permitió sobrevivir a varios escándalos que redujeron su popularidad a niveles récord.
Sin embargo, su gestión ha empeorado en los últimos meses a raíz de una ola de extorsiones y asesinatos con el crimen organizado, nunca antes vista en el Perú.
Las protestas fueron instaladas por el presidente desde distintos sectores. Lima era un foco de insatisfacción.
El lunes, los transportistas llenaron a medias la capital peruana y el jueves armaron a cuatro músicos y proveedores durante un concierto en el sur de la ciudad.
– Escándalos y procesos –
Boluarte entró en funciones el 7 de diciembre de 2022, en sustitución del liberado y cerrado Pedro Castill.
El vicepresidente de la época llegó al poder tras un fallido intento de gestionar al izquierdista.
Su ascenso estuvo marcado por protestas que reprimieron a la fuerza pública y dejaron medio centenar de muertos, según organizaciones de derechos humanos.
La fiscalía por este motivo fue investigada, salvo otros dos procesos: uno por el presunto abandono de su cargo cuando tenía una nariz sin notificación del Congreso, como marca la ley; Y otro, por el llamado Rolexgate, escándalo que estalló en 2024 cuando la presidenta apareció con unas joyas de lujo que no declaró en su lista de propiedades.
Si Boluarte es destituido, perderá su competencia y podrá ser juzgado y condenado.
Los ex presidentes Alejandro Toledo y Ollanta Humal se encuentran actualmente recluidos por corrupción en una prisión especial al este de Lima. Castillo se encuentra recluido en el mismo lugar a la espera de juicio por su maniobra contra el Parlamento.



