China exige títulos universitarios a influencers para hablar de temas profesionales
Pekín, 14 de octubre de 2025 – El gobierno chino ha implementado una nueva normativa que obliga a los creadores de contenido digital a contar con títulos académicos oficiales si desean hablar sobre temas profesionales o especializados en sus plataformas. La medida fue anunciada por la Administración del Ciberespacio de China (CAC), como parte de una estrategia más amplia de control de la información en el entorno digital.
Esta nueva regulación afecta directamente a miles de influencers y streamers que acostumbran emitir opiniones sobre asuntos como salud, economía, educación, derecho, ciencia y tecnología, entre otros. Según el comunicado oficial, solo se permitirá divulgar contenidos sobre estas áreas si el creador de contenido demuestra tener formación académica comprobable relacionada con el tema tratado.
¿Qué busca el gobierno chino con esta medida?
El objetivo principal, según las autoridades chinas, es “mantener la calidad informativa y prevenir la desinformación en internet”. La CAC argumenta que muchos influencers, sin formación adecuada, han difundido datos erróneos o teorías sin base científica que pueden afectar negativamente a la sociedad.
“No podemos permitir que individuos sin preparación académica utilicen su influencia para divulgar información médica, jurídica o científica de forma irresponsable”, señaló un portavoz de la institución estatal.
El gobierno también pretende proteger a los usuarios jóvenes, que constituyen una parte significativa de las audiencias digitales y son más vulnerables a contenidos sin sustento académico.
Impacto en el ecosistema digital de China
China cuenta con una de las industrias de influencers más desarrolladas del mundo. Plataformas como Douyin (versión china de TikTok), Weibo, Kuaishou y Bilibili, están saturadas de contenido sobre bienestar, emprendimiento, medicina alternativa, análisis financiero y otros nichos donde ahora se exigirá formación acreditada.
Esta medida obligará a miles de creadores a modificar su contenido, eliminar publicaciones o incluso abandonar temas que anteriormente abordaban con total libertad. Aquellos que no cumplan con los requisitos podrán ser suspendidos o sancionados, e incluso enfrentar bloqueos permanentes de sus cuentas si reinciden.
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Requisitos específicos que deben cumplir los influencers
La normativa establece que, para hablar de temas profesionales, los influencers deben presentar certificados de titulación universitaria o técnica, emitidos por instituciones reconocidas. En algunos casos, como medicina o derecho, también se exigirá licencia profesional vigente.
Además, las plataformas estarán obligadas a verificar la información provista por los usuarios antes de permitirles la publicación de ciertos tipos de contenido. Esto implica una mayor responsabilidad por parte de las empresas tecnológicas, que deberán actuar como filtros de validación académica y profesional.
Críticas y apoyo a la nueva regulación
La noticia ha generado reacciones mixtas. Algunos sectores del público consideran que se trata de una medida necesaria para combatir la desinformación, especialmente en áreas sensibles como la salud y las finanzas. Sin embargo, otros la ven como un nuevo paso en el endurecimiento del control estatal sobre la libertad de expresión en internet.
“Si bien la intención puede parecer positiva, el riesgo es que esto se utilice como una excusa más para silenciar voces incómodas al gobierno”, opinó un analista digital radicado en Hong Kong.
Precedente global y posibles implicaciones futuras
China ya ha sido pionera en establecer restricciones severas en el ecosistema digital: desde el tiempo de uso permitido para menores hasta la censura automatizada de contenidos críticos con el régimen. Esta nueva regulación podría marcar un precedente para otras naciones que buscan limitar el alcance de la desinformación en redes sociales, especialmente en temas que afectan la salud pública y la seguridad económica.
Expertos en regulación digital sugieren que países como Rusia, Irán o incluso algunos en Europa del Este podrían replicar esta normativa con matices locales, generando un cambio de paradigma en la relación entre libertad de expresión y credenciales profesionales.