Un balance necesario
Un diálogo público presentado por Transparencia por Colombia expuso los resultados finales de su investigación sobre la reconstrucción del Archipiélago tras los huracanes Eta e Iota (2020). El espacio reunió a instituciones y ciudadanía para debatir hallazgos, escuchar a la comunidad y perfilar controles políticos a futuro.
Hallazgos clave: información y participación
El informe identificó riesgos de corrupción por falta de información contractual y por la exclusión del pueblo étnico raizal en la toma de decisiones. También señaló demoras en la publicación de contratos, lo que impidió un escrutinio claro de costos, tiempos y ejecutores.
Falencias institucionales
Según la investigación, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) no comunicó de forma suficiente quiénes lideraban la reconstrucción ni detalles de pólizas de garantía. La desinformación generó dudas sobre inversión en vivienda, criterios de asignación y valores de materiales; la situación fue objeto de la Sentencia T-333 de la Corte Constitucional, que fijó parámetros para corregir estas falencias.
San Andrés también sufrió
Otra conclusión fue la “invisibilización” de daños en San Andrés, dado que la mayor parte de esfuerzos se concentró en Providencia por la magnitud del impacto. No obstante, la entidad destacó que varias recomendaciones ya fueron incorporadas al Plan de Desarrollo departamental.
Capacidades ciudadanas y veeduría
De cara al futuro, el reto es capacitar y equipar a la población isleña para el seguimiento de metas y la vigilancia de lo público, como herramienta para prevenir irregularidades en la ejecución de proyectos.
Voces del proceso
Sandra Martínez, profesional de Transparencia por Colombia, subrayó debilidades en acceso a información, control y rendición de cuentas; también se registraron casos de damnificados que recurrieron a recursos propios para reparar sus viviendas. El líder raizal Jairo Rodríguez Davis resaltó aprendizajes que permitieron avanzar en mapas de riesgo y en conversaciones con la Asamblea Departamental para incorporar aportes comunitarios.
Próximos pasos
El cierre del proyecto —tras más de tres años de seguimiento— dejó bases para fortalecer la participación, la transparencia y la rendición de cuentas en la reconstrucción y en futuras intervenciones públicas. La premisa: ciudadanía preparada y veeduría activa para no repetir errores y garantizar que cada peso invertido se traduzca en bienestar real para San Andrés, Providencia y Santa Catalina.
