San Andrés refuerza su agenda ambiental con acciones de conservación

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Intervenciones clave para proteger ecosistemas costeros

El Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina avanza en una agenda ambiental enfocada en la protección de sus ecosistemas más sensibles. Entre las prioridades figuran la recuperación de playas afectadas por la erosión, el cuidado de manglares, arrecifes, y praderas de pastos marinos, además de campañas de educación comunitaria sobre manejo de residuos y uso responsable del litoral. Estas acciones buscan reducir presiones sobre la franja costera, mejorar la calidad del agua y mantener los servicios ecosistémicos que sostienen la pesca artesanal y el turismo de naturaleza.

Participación comunitaria y articulación institucional

El trabajo se apoya en jornadas de limpieza, monitoreo participativo y formación a prestadores turísticos, pescadores y residentes. La meta es fortalecer buenas prácticas: separación en la fuente, disposición correcta de residuos especiales, y prevención de vertimientos en bajamar y humedales. De manera articulada, entidades locales y aliadas técnicas consolidan protocolos para mitigar impactos de temporadas de lluvia y oleaje, al tiempo que promueven el respeto por áreas de anidación y zonas de veda. La participación de colegios y organizaciones sociales ha sido fundamental para multiplicar mensajes y sumar voluntarios, con resultados visibles en corredores costeros priorizados.

Retos y hoja de ruta para la resiliencia insular

Los desafíos pasan por estabilizar sectores críticos de la circunvalar, controlar la expansión de actividades en playa, y fortalecer la vigilancia frente a prácticas extractivas ilegales que amenazan la biodiversidad. En la hoja de ruta se incluyen medidas de adaptación basadas en la naturaleza —como la reforestación con palmas nativas y restauración de corales—, junto con mejoras de infraestructura verde para drenajes pluviales. También se impulsa la medición de indicadores ambientales que permitan ajustar decisiones de manejo en tiempo real y priorizar inversiones.

La apuesta integral es clara: un modelo de desarrollo que conserve el capital natural de la Reserva de Biosfera Seaflower y sostenga la economía local. Con disciplina institucional, ciencia aplicada y corresponsabilidad ciudadana, San Andrés consolida un camino de sostenibilidad que protege su patrimonio marino-costero y asegura bienestar para residentes y visitantes.

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