Un hito para la biodiversidad insular
El Parque Nacional Natural Old Providence McBean Lagoon celebró su trigésimo aniversario el 13 de septiembre, reafirmando su papel como joya ecológica de Providencia y Santa Catalina. Con 1.613 hectáreas, es el único espacio oceánico del Caribe colombiano bajo la figura de parque nacional y un emblema de manejo efectivo, gracias al trabajo de guardaparques, comunidades raizales y aliados que sostienen su misión de conservación.
Voces que custodian el territorio
La conmemoración reunió mensajes que subrayan el valor cultural y ecológico del área. La bióloga Marcela Cano, directora por más de dos décadas, destacó la importancia paisajística, de ecosistemas y de la relación comunidad–parque construida durante años. El actual director, Vanvuren Ward, resaltó que el aniversario se vivió junto a visitantes y participantes del Encuentro de Turismo Marino Costero, con mejoras puntuales en sede y en Crab Cay para ordenar flujos y reducir presiones sobre hábitats sensibles.
Restauración de manglares: ciencia aplicada a la resiliencia
Como parte de una alianza con el Banco de la República y Parques Nacionales, el parque avanza en la recuperación de manglares: remoción de material orgánico, apertura de canales para desalinizar microhábitats y siembra proyectada de 12.152 plántulas. Las mediciones de campo orientan la creación de “núcleos” elevados que favorezcan la supervivencia en sustratos salinizados, con una meta inicial de seis hectáreas intervenidas. Estas acciones apuntalan la conservación costera y la protección de medios de vida locales.
Educación ambiental que arraiga
El parque intensifica visitas a viveros de mangle y de bosque seco con instituciones educativas, alcaldía y organizaciones locales. Además, acompaña la implementación de una huerta escolar en la I.E. María Inmaculada, integrando conocimiento tradicional y ciencia ciudadana para fomentar la apropiación social del territorio desde edades tempranas.
Ordenamiento ecoturístico y gobernanza
En paralelo, se ultiman detalles del Plan de Ordenamiento Ecoturístico (POE) —apoyado por Fontur y Fiducoldex— que entrará a consulta comunitaria para definir atractivos, capacidades de carga y zonificaciones. También se gestiona la concesión marítima del muelle de Crab Cay para mejorar control operativo e infraestructura, pilares de un turismo responsable que mantenga el equilibrio entre disfrute y preservación.



