Qué pasó en el sector
La Secretaría de Agricultura y Pesca adelantó una jornada de asistencia pecuaria en Matlina Hill, atendiendo solicitudes de productores locales. El parte oficial habla de 36 cerdos desparasitados y cuatro castraciones en predios de cinco porcicultores, con el objetivo de fortalecer buenas prácticas en salud animal y reducir riesgos sanitarios en el vecindario.
Por qué importa más de lo que parece
Atender hatos pequeños con veterinaria básica es la diferencia entre una economía familiar estable y una crisis por brotes de parásitos, pérdidas de peso o mortalidad. En San Andrés, donde la producción agropecuaria convive con zonas residenciales y turísticas, la sanidad animal también es salud pública: menos vectores, menos olores y mejores condiciones de manejo. Estas brigadas responden, además, a un enfoque de extensión agropecuaria que la Gobernación viene posicionando como servicio sin costo y de ventanilla abierta para productores rurales.
Continuidad y señales de política
La jornada en Matlina Hill no es un hecho aislado. En las últimas semanas, la administración ha socializado en redes despliegues de asistencia pecuaria en otros sectores de la isla—un registro modesto pero sostenido de visitas técnicas, vacunación, desparasitación y acompañamiento en manejo de corrales. Esa continuidad es clave para que el productor confíe, pida el servicio y adopte recomendaciones que mejoran desempeño zootécnico y bienestar animal.
Lo que viene detrás del bisturí y la jeringa
Una intervención porcícola bien hecha detona conversaciones necesarias: bioseguridad del predio, disposición de estiércol, control de olores, manejo de aguas y separación de áreas limpias y sucias. También abre la puerta a capacitaciones sobre nutrición y reproducción, y a registros básicos que permiten tomar decisiones con datos. Si se articula con el Plan Departamental de Extensión Agropecuaria y se agenda un calendario predecible de nuevas visitas, el efecto deja de ser puntual para convertirse en mejora sostenida en la productividad y en la convivencia con el entorno.
Señal para el productor (y para el barrio)
Cuando el Estado llega al corral con soluciones simples y oportunas, el productor siente respaldo y el barrio percibe orden. La noticia de Matlina Hill es pequeña en cifras, grande en mensaje: sí hay equipos caminando vereda por vereda y atendiendo problemas concretos. En una isla donde cada metro cuenta, hacer bien lo básico—hoy en porcinos, mañana en aves o pequeños rumiantes—es la forma más efectiva de cuidar salud, economía familiar y convivencia.



