Se esfumó sin decir ni chao y ya van más de 10 años
En esta isla donde todo el mundo se conoce, y hasta los cocos tienen chisme, hay un caso que sigue más enredado que un caracol enredado en red: la desaparición de Ibraim Ahmad Ibrahim Ibrahim. Sí, así tal cual, tres veces el mismo apellido. No es trabalenguas ni cuento de camino, es una historia real que todavía no tiene final.
Ibraim, un man de Maicao, nacido un 22 de marzo de 1970, se desapareció el 21 de febrero del 2013 aquí en San Andrés, y desde entonces, ni rastro, ni rumor, ni pista. Nada de nada. Ni un “mi hermano lo vi por allá” ni un “ese man me suena”.
Un rastro que se lo tragó el mar… o quién sabe qué
Con 1.84 metros de estatura, ojos castaños y una cicatriz quirúrgica en el abdomen que no se le borra ni con agua salá, Ibraim no es precisamente alguien que pasa desapercibido. Pero parece que la tierra se lo tragó o se fue pa’ otro lado sin dejar seña.
La familia lleva años moviéndose, preguntando, buscando, mandando correos, pegando afiches, tocando puertas… y nada que aparece. El correo pa’ dar cualquier dato es: bachirissaibrahim@gmail.com. No hay recompensa millonaria, pero hay una familia con el corazón hecho añicos esperando aunque sea una pista.
En San Andrés, donde el chisme viaja más rápido que el wifi
Uno pensaría que en esta islita, donde si alguien estornuda en San Luis se enteran en La Loma, un caso como este ya se habría resuelto. Pero vea usted, la cosa sigue igual de oscura como cuando comenzó. ¿Se fue? ¿Se lo llevaron? ¿Se esconde? Todo puede ser, pero lo cierto es que alguien debe saber algo.
Así que ya sabe, my fren, si lo vio, si escuchó algo, si tiene cualquier mínima información, no se quede callado como iguana al sol. Hable, escriba, cuente. Que diez años es mucho tiempo pa’ quedarse esperando una respuesta.