Asistencias técnicas para el desarrollo marino
Con apoyo financiero del programa PROBLUE del Banco Mundial, San Andrés se suma a un proceso de fortalecimiento de la gobernanza marina y costera con miras a consolidar una economía azul más inclusiva y equitativa. El encuentro realizado en el Centro Cultural del Banco de la República reunió a operadores turísticos y empresarios, quienes exploraron oportunidades para diversificar la oferta local y potenciar la sostenibilidad del archipiélago.
El concepto de economía azul ha tomado fuerza en los últimos años como respuesta a los retos del cambio climático y la necesidad de aprovechar de forma responsable los recursos hídricos y marinos. En este escenario, la isla se convierte en un laboratorio natural para el desarrollo de iniciativas que integren medio ambiente, economía y comunidad.
Líneas de acción para el archipiélago
Las asistencias técnicas del Banco Mundial están orientadas a cuatro grandes frentes:
- Mapeo y evaluación de la economía azul en Colombia, revisando marcos regulatorios, sectores productivos con potencial de crecimiento y oportunidades de inversión.
- Fortalecimiento de la gobernanza local con enfoque diferencial, garantizando la participación de pueblos étnicos y comunidades insulares en la toma de decisiones.
- Desarrollo de estudios de caso en regiones clave como el Caribe, el Pacífico y el archipiélago de San Andrés, priorizando empleos sostenibles y proyectos inclusivos.
- Encuentros con negocios locales, para brindar acompañamiento, visibilizar buenas prácticas y promover cadenas de valor vinculadas al turismo y al mar.
Sinergias y visión a futuro
Carolina Quiñones, consultora del Banco Mundial, resaltó que la meta es fomentar sinergias entre instituciones, sector privado y comunidad, de modo que la protección de la naturaleza se traduzca también en oportunidades de empleo y calidad de vida. El proceso tendrá seguimiento hasta 2026, con el fin de medir impactos y recopilar información útil para ajustar y escalar las estrategias.
En palabras de Quiñones, el enfoque está en articular la economía circular con la industria del turismo, de manera que Colombia logre un modelo donde el desarrollo sostenible de los océanos se dé en armonía con la biodiversidad y las comunidades locales.



