Rescate coordinado y valoración veterinaria
Un ejemplar joven de águila pescadora (Pandion haliaetus) fue atendido en Providencia tras un reporte ciudadano. La alerta la realizó Zelda Guerrero y activó la respuesta de la autoridad ambiental Coralina, en articulación con la fundación Protecting Animal Life (PAL). La primera evaluación identificó un posible trauma; el ave permanece bajo observación y proceso de recuperación con asesoría veterinaria externa. Las entidades agradecieron la colaboración de la comunidad y recordaron que, ante fauna silvestre herida, lo correcto es no manipular y reportar de inmediato a los canales oficiales.
¿Por qué esta especie importa al Archipiélago?
El águila pescadora —también llamada halieto, guincho o gavilán pescador— es una rapaz de amplia distribución global y, en Sudamérica, cumple principalmente un patrón migratorio (no nidificante). Es un depredador tope de ambientes acuáticos: regula poblaciones de peces y actúa como bioindicador de salud ecosistémica; su presencia suele asociarse con cuerpos de agua en buen estado y su disminución puede alertar sobre contaminación o desequilibrios. En Colombia, la temporada migratoria tiene un pico entre octubre y diciembre, por lo que San Andrés, Providencia y Santa Catalina reciben paso de individuos que requieren descanso y resguardo.
Recomendaciones prácticas para la comunidad
Durante los meses de mayor tránsito de aves, pequeños gestos marcan la diferencia:
- Si observa un ave exhausta, colóquela a la sombra y, si es posible, ofrézcale agua; evite el contacto innecesario.
- Controle a sus mascotas para prevenir persecución o agresiones.
- Reduzca el riesgo de choques en ventanas: retirar superficies muy reflejantes o instalar señalizadores adhesivos ayuda a que las aves identifiquen el vidrio.
- Ante animales heridos o en riesgo, llame a la autoridad ambiental o a organizaciones especializadas como PAL; no intente rehabilitarlos por cuenta propia.
Un compromiso que suma
El caso en Providencia confirma la importancia de la vigilancia comunitaria y de la respuesta institucional articulada para la conservación. Proteger a la águila pescadora durante su paso por el Archipiélago también es cuidar los ecosistemas marinos que sostienen la vida y el bienestar de las islas.



