En la Estación de Guardacostas Samuel May Corpus, la Armada Nacional, la Fundación Yes We Serve y el Banco de Alimentos de San Andrés entregaron 15 sillas de ruedas a la población con discapacidad de la isla.
Un gesto que vale más que mil promesas
En un acto que combinó solemnidad y alegría, se entregaron las sillas de ruedas a niños, jóvenes y adultos con discapacidad. La ceremonia estuvo amenizada por los ritmos caribeños de King Nathan, quien aportó su talento para hacer de este evento una verdadera fiesta de inclusión.
La iniciativa, denominada “Ruedas para la vida”, es un esfuerzo conjunto de la Armada Nacional, la Fundación Yes We Serve y el Banco de Alimentos de San Andrés, con el objetivo de mejorar la movilidad y calidad de vida de las personas con discapacidad en el Archipiélago.
Voces que inspiran
Liliana Emilianis, madre de Luis David, uno de los beneficiarios, expresó su agradecimiento: “Gracias a Dios tuvimos la oportunidad de ser parte de este proyecto. Necesitábamos esta ayuda. Esperamos seguir contando con este apoyo, fundamental para nosotros los cuidadores y los niños con capacidades especiales”.
Por su parte, Damaris Barranco, representante de la Fundación Yes We Serve, destacó que esta entrega es solo el comienzo de un compromiso continuo con la comunidad: “Nos vamos con un compromiso muy grande, queremos seguir apoyando al Archipiélago. Desde la Fundación hacemos las donaciones mes a mes y le apuntamos a traer bienestar a todos los habitantes del territorio insular que lo requieran”.
El Contralmirante Alfonso Córdoba, Comandante del Comando Específico de San Andrés y Providencia, reafirmó el compromiso de la Armada con la labor social: “No solo efectuamos operaciones que van en el sentido de la protección de la soberanía, sino que también hacemos trabajo con la comunidad. Nuestro compromiso se ve reflejado con esta acción que hemos llamado ‘Ruedas para la vida’, donde demostramos nuestro vínculo con el Departamento”.
Un camino hacia la inclusión
Esta entrega de sillas de ruedas representa un paso significativo hacia la inclusión y equidad en el Archipiélago. Es un recordatorio de que, con voluntad y colaboración, es posible construir una sociedad más justa y accesible para todos.
La comunidad de San Andrés y Providencia celebra este gesto de solidaridad y espera que iniciativas como esta se multipliquen, llevando esperanza y mejorando la calidad de vida de quienes más lo necesitan.
