Un colegio que no es cuento de pescadores
Después de años de promesas que se las llevaba el viento (y los huracanes), por fin se materializó la entrega de la nueva sede de la Institución Educativa Técnico Industrial en San André. Con una inversión de más de 17.000 millones de pesos, esta obra es la joya de la corona en la reconstrucción educativa del archipiélago, afectado por el huracán Iota en 2020. El colegio cuenta con 2.939 metros cuadrados de pura modernidad: 16 aulas de básica y media, tres aulas mejoradas, tres aulas polivalentes, biblioteca, aula de bilingüismo, laboratorio integrado, aula de tecnología, innovación y multimedia, aula múltiple, comedor, cocina, zona administrativa, zona recreativa y 28 baterías sanitarias.
Construido con manos isleñas y corazón raiza
Lo más destacable es que esta obra no vino en barco ni en avión: fue construida in situ, con manos isleñas y materiales locales. Una muestra de que cuando el gobierno y la comunidad se unen, hasta los huracanes se quedan sin oficio.
El Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE) y el Ministerio de Educación Nacional lideraron este proyecto, que no solo es un edificio, sino un símbolo de resiliencia y esperanza para los 760 estudiantes que ahora tienen un lugar digno para aprender.
Una fiesta educativa que no se la llevó la brisa
La entrega de este colegio es parte de un paquete de doce instituciones educativas nuevas o mejoradas en el archipiélago, con una inversión total de 31.928 millones de pesos. Una cifra que, aunque suena a número de lotería, es una realidad palpable en las aulas, laboratorios y zonas recreativas que ahora disfrutan los estudiantes isleños.
Así que, mientras algunos siguen esperando que el progreso llegue en crucero, en San Andrés ya están navegando en el barco del conocimiento. Y como dirían por aquí, “¡This school is the real deal, mn!”



