Lo que se reportó
El 1 de diciembre de 2025, una versión publicada en Confidenciales de Semana aseguró que el senador Miguel Uribe Londoño estaría evaluando renunciar a su precandidatura presidencial en el Centro Democrático para respaldar al abogado Abelardo de la Espriella. El inconformismo se centraría en la metodología de la consulta interna, prevista mediante una medición digital con resultados a mediados de diciembre, y en la necesidad de exponer reparos directamente al expresidente Álvaro Uribe.
La respuesta de Miguel Uribe
Horas más tarde, Uribe Londoño negó tajantemente que vaya a desistir de su aspiración o a sumarse a otra candidatura. El desmentido bajó la espuma del rumor, pero dejó a la vista tensiones reales sobre reglas, tiempos y credibilidad del mecanismo de selección dentro del partido.
El tablero de Abelardo de la Espriella
Mientras tanto, De la Espriella capitaliza la coyuntura con mayor visibilidad y apoyos políticos que buscan proyectarlo como una carta competitiva de la oposición. Ese movimiento, aun si no altera de inmediato la baraja uribista, presiona al Centro Democrático a clarificar su ruta y blindar su proceso.
Qué está en juego
Más allá del amague y el desmentido, el fondo del episodio es la gobernanza del mecanismo de elección y la capacidad del Centro Democrático para ordenar sus fuerzas sin erosionar su competitividad. El episodio exhibe disensos metodológicos y una disputa por la narrativa del momentum: ¿hay ola a favor de De la Espriella o solo ruido en la antesala de la consulta?
Lo que viene
Por ahora, Miguel Uribe sigue en carrera; De la Espriella gana foco; y el partido enfrenta el reto de cerrar filas alrededor de un método confiable. Las próximas dos semanas cuando se conocerían los resultados de la medición dirán si esto fue un remezón pasajero o el preludio de alineamientos más profundos en la derecha de cara a 2026.


