Esta mañana, Rusia lanzó alrededor de 650 drones y más de 50 misiles contra una docena de regiones ucranianas, en un nuevo bombardeo masivo que mató al menos a dos personas y obligó a un corte de energía de emergencia.
Como informó el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en su cuenta X, el sistema energético ucraniano estaba entre los principales objetivos del ataque.
Zelenski calificó el ataque ruso de terrorismo y volvió a pedir a la comunidad internacional, especialmente a EE.UU., Europa y otros miembros del G7, que respondan con “sanciones y presión real” sobre Rusia.
El tercer bombardeo a centrales térmicas este mes
“Debido a un ataque masivo con misiles y drones contra la infraestructura energética, el consumo es limitado en todas las regiones de Ucrania”, anunció la compañía eléctrica nacional de Ucrania, Ukrenergo.

Estas restricciones dan como resultado cortes de energía programados que se alternan en diferentes áreas de ciudades y pueblos de Ucrania, así como una reducción del suministro a la industria.
Por su parte, la empresa privada ucraniana DTEK informó a EFE que el ataque afectó a varias de sus centrales térmicas, aunque no precisó cuáles.
Actualmente, DTEK opera cinco fábricas en Ucrania. Otros tres se encuentran en territorios bajo ocupación rusa y uno fue completamente destruido por los bombardeos durante la guerra.
En total, desde el inicio de la ofensiva rusa, las instalaciones del DTEK han sido atacadas 210 veces.
El bombardeo de hoy sería el tercero registrado este mes.
Este otoño, Rusia llevará a cabo una nueva campaña masiva de bombardeos contra el sector eléctrico y gasista ucraniano, que ya ha destruido una parte importante de la infraestructura energética del país. EFE



