De cargar cajas a cargar extradición
Oye mi broder, resulta que mientras algunos cargaban maletas de turistas felices en el aeropuerto Gustavo Rojas Pinilla, otros —como quien no quiere la cosa— cargaban es maletas llenas de polvo blanco. Así mismito, como lo oye: en San Andrés se destapó otra olla narca con aire de novela, pero sin final feliz pa’ los protagonistas.
Esta vez, los pillados fueron Carlos Francisco Patiño Hooker y Roque Nivaldo Pérez Morales, quienes, según la Fiscalía General de la Nación, hacían parte de una red narcotraficante internacional con pasaporte directo al lío judicial.
Estos dos personajes, que trabajaban en las bodegas de carga del aeropuerto, no eran simples auxiliares: eran, presuntamente, los encargados de recibir y extraer paquetes de cocaína que llegaban desde el Valle del Cauca camuflados en cajas de frutas. Sí, frutas, como si la cosa fuera una piña colada cargada… ¡pero de otro tipo de polvo!
Del aeropuerto a la lancha… y de ahí, a la DEA
Una vez la droga tocaba suelo isleño, no se quedaba ni pa’ el salpicón. Era embarcada en lanchas rápidas tipo “Go-Fast” —las mismas que parecen sacadas de Rápido y Furioso versión caribeña— con rumbo a Centroamérica, y de allí directo a gringolandia, donde el negocio prometía cifras de más de seis ceros.
Pero hasta ahí llegó la película. En una operación conjunta entre la Fiscalía, la Dirección Antinarcóticos y la DEA, los pillaron justo cuando pensaban que todo estaba bajo control. Y ahora, en vez de empacar frutas, están empacando excusas.
Justicia con pasaporte diplomático
Los dos fueron capturados en un operativo bien organizado y quedaron a disposición de la Dirección de Asuntos Internacionales, quienes ya tienen el pasaporte diplomático listo… pero no pa’ vacaciones, sino para extradición a Estados Unidos.
Así que ya sabe, mijo: aquí en San Andrés no solo se revisa el equipaje. ¡También se revisa quién lo empaca! Porque el paraíso no puede seguir siendo escala del crimen.